lunes, 11 de febrero de 2013

Bookcrossing

Es la práctica de dejar libros en lugares públicos para que los recojan otros lectores, que después harán lo mismo. Si alguien decide liberar un libro vía BookCrossing, tendrá que registrarlo para conseguir un BCID (número de identificación de BookCrossing) que será lo que identifique ese ejemplar concreto en la base de datos del sistema. Ese número de registro lo lleva el libro escrito, directamente en el interior de la cubierta, o bien en una etiqueta en la que se pide a la persona que lo encuentre que entre en la web de BookCrossing y escriba un pequeño apunte para notificar el hallazgo, y finalmente que suelte de nuevo el libro una vez lo haya terminado.


Pertenecer a BookCrossing es gratuito, pero se aceptan donaciones para mantener los servidores sin recurrir a las ventanas emergentes de publicidad en el sitio web. Existe una sección con una serie de objetos con el logo de BookCrossing a la venta y quienes los compran reciben unas alas simbólicas a los lados del nombre con el que participan en el sitio web, más ciertas ventajas (principalmente que al navegar por las páginas de BC no aparezcan los anuncios estáticos que sí tienen los miembros "sin alas").

El estadounidense Ron Hornbaker concibió la idea de Bookcrossing en marzo del 2001 inspirado por Where's George?, una web para seguir el recorrido de billetes. La web de Bookcrossing fue lanzada alrededor de un mes después, el 17 de abril del 2001. Se ha desarrollado como un movimiento global, que en 2009 cuenta con más de 750.000 miembros en todo el mundo y más cinco millones de libros registrados en su base de datos. Desde agosto del 2004, el Concise Oxford Dictionary recoge la palabra "bookcrossing", dando la definición de la que nos hemos hecho eco al principio.

La persona que encuentra un libro BC puede notificarlo anónimamente y también puede, si lo desea, darse de alta en la web. Para participar liberando libros es necesario darse de alta (cosa que siempre se hace bajo seudónimo). Una vez dado de alta, podrá a su vez registrar los libros que desee en la base de datos de Bookcrossing. Cuando se registra un libro, a éste se le asigna un número, como se ha descrito anteriormente. Lo más habitual es que el futuro liberalibros pegue una etiqueta al libro, en la que debe figurar el número de registro (BCID) e información sobre BookCrossing. El liberador podrá seguir el viaje de su libro y leer las opiniones de la gente que ha encontrado el libro, siempre que las personas que lo vayan encontrando lo reporten a la web de BookCrossing.

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